"Una buena escuela es una escuela donde todos los chicos puedan aprender, donde todos los chicos quieran estar y donde los maestros aprendan y puedan ser ellos mismos para que los alumnos aprendan y puedan ser ellos mismos". Claudia Romero.

martes, 11 de junio de 2013

"Estadio del espejo"; Lacan (resumen)

“El estadio del espejo”; Lacan
* Antecedentes a los que Lacan hace referencia para postular el Estadio del Espejo.
    Lacan se basa en ciertos referentes de la psicología y de autores como Khöler y Baldwin, quienes ya se habían detenido en la observación  del niño pequeño comparándolo con animales. Lacan toma de estas observaciones un elemento que parecía caracterizar a la cría humana y que la diferenciaba de cualquier otra especie animal: la posibilidad  que se adquiere ya a los pocos meses de vida, en primer lugar de fascinarse con la imagen que el espejo le devuelve y luego con el tiempo, de reconocerse en esa imagen.
    El test del espejo (Baldwin), se trata de un particular experimento que permite diferenciar al infante humano de su pariente animal más cercano, el chimpancé. El niño de seis meses difiere del chimpancé de la misma edad porque el primero queda fascinado con su reflejo en el espejo, y lo asume jubilosamente comos u propia imagen, mientras que el chimpancé comprende rápidamente que la imagen es ilusoria y pierde interés en ella
    El concepto Lacaniano de Estadio del Espejo es mucho más que un simple experimento: representa un aspecto fundamental de la estructura de la subjetividad. Lacan parece verlo como una etapa que puede ubicarse en un momento especifico del desarrollo del niño, con un principio (6 meses) y un fin (18 meses).  

* Estadio del Espejo.
    El estadio del espejo describe la formación del Yo a través del proceso de identificación: el Yo es el resultado de identificarse con la propia imagen especular (se refiere al reflejo del propio cuerpo en el espejo, a la imagen de uno mismo que es simultáneamente uno mismo y otro).La clave de este fenómeno está en el carácter prematuro de la cría humana: a los seis meses, el bebé carece todavía de coordinación. No obstante, su sistema visual esta relativamente avanzado, lo que significa que puede reconocerse en el espejo antes de haber alcanzado el control de sus movimientos corporales. En el estadio del espejo el infante ve su reflejo en el espejo como una totalidad, como un todo/síntesis (gestalt), en contraste con la falta de coordinación del cuerpo real: este contraste es experimentado como una tensión agresiva entre la imagen especular y el cuerpo real, ya que la completad de la imagen parece amenazar al cuerpo con la desintegración y la fragmentación. La angustia provocada por esta sensación de fragmentación y como para resolver esta tensión agresiva, el sujeto se identifica con la imagen: esta identificación: esta identificación primaria con lo semejante es lo que da forma al Yo.
    El momento de la identificación, en el que el sujeto asume esa imagen como propia, es descrito por lo Lacan como un momento de júbilo porque conduce a una sensación imaginaria de dominio; el júbilo (del niño) se debe a su triunfo imaginario al anticipar un grado de coordinación muscular que aún no ha logrado en realidad”.
    El estadio del espejo demuestra que el Yo nace como una virtualidad, que es el producto del desconocimiento e indica el sitio donde el sujeto se aliena a si mismo. Lacan, de diferentes formas plantea que “el Yo es otro”, es decir que la imagen que el niño asume como propia, su Imago, constituye una unidad ilusoria porque proviene de Otro, es función del deseo de la madre. A la vez el niño ignora que “es otro” (función de desconocimiento). Por ello Lacan dice que el Yo está alienado, que su estructura es paranoica, que constituye una identidad enajenante(o armadura enajenante), una forma ortopédica, que se sitúa en una línea de ficción.
    Representa además, la introducción del sujeto en el orden imaginario. No obstante tiene también una dimensión simbólica importante, el orden simbólico está presente en la figura del adulto que sostiene al infante. Inmediatamente después de haber asumido jubilosamente su imagen como propia, el niño vuelve la cabeza hacia este adulto, quien representa al Gran Otro, como si le pidiera que ratificara esta imagen.
    Lacan destaca una serie de características que son propias del bebe humano en este periodo del estadio del espejo, que se pueden reducir en dos grandes ideas:
-    La primera tendría que ver con la teoría de la Prematuración
-    La segunda es la Dependencia
    La teoría de la prematuración plantea que a partir del hecho de que nos traslademos en dos patas, de que los humanos sean bípedos, esto modifico a el aparato músculo-esquelético, modifico sobre todo la posición de la pelvis, lugar por donde el bebe nace. Y en la medida en que la pelvis se redujo el nacimiento del bebe se tuvo que anticipar porque si crecería mas luego no pasaría por el canal de parto. Todo esto justifica el hecho de que seamos una de las especies que trae al mundo sus bebes es un estado prematuro. Esta forma prematura genera, necesariamente, dependencia. Por lo tanto el Otro es esencial.

* Insuficiencia/Anticipación.
    La insuficiencia es la ilusión de la identificación espacial, es decir, la sensación de contraste con la falta de coordinación del cuerpo generada por la imagen como un todo/síntesis. 
    En la anticipación, el yo se construye sobre la base de una completud futura imaginada, es decir, que son fantasías que sucederán desde la imagen fragmentada del cuerpo, pero el sujeto imagina un grado de coordinación muscular que aun no ha alcanzado.

* Fragmentación/Gestalt.
    La gestalt es la imagen visual como un todo unificado. El Yo se forma por identificación con la gestalt de la imagen corporal. Sin embargo la unidad imaginaria del Yo es constantemente amenazada por el miedo a la desintegración, que se manifiesta en imágenes de un cuerpo fragmentado. La fragmentación es el nivel de desintegración agresiva del individuo.

* Identidad Alienante/Enajenante.
    Se usa el término alienante porque el yo se identifica por identificación, pero esa identificación no es con una imagen fiel de uno, sino con la imagen que da el espejo. Lo que uno es parte de otro, en este caso ese otro, es el espejo. En relación a esto, se dice, que el sujeto está alienado. La síntesis esencial del yo es esencialmente otro yo. La alienación es constitutiva del orden imaginario. El sujeto padece una escisión fundamental, esta alienado de si mismo.
La alineación es constitutiva del orden imaginario.

* Yo ideal/ Ideal del Yo.
    El Yo Ideal alude a la imagen unificada en el espejo. Sería la imagen virtual, se origina en la imagen especular del estadio del espejo: es una promesa de síntesis futura hacia la cual tiende el yo, la ilusión de unidad que está en la base del yo. (Orden de lo imaginario).
    El Ideal del Yo, es el yo que opera como ideal, un plan internalizado de la ley, la guía que gobierna la posición del sujeto en el orden simbólico. (Orden de lo simbólico).
    La identificación imaginaria, esta acompañada por la mirada de la madre. Dicha mirada aporta algo del deseo de la madre. (Orden simbólico, lo simbólico atraviesa). Acompaña la identificación y por lo tanto hace a la formación del Yo. El yo no puede constituirse desde lo imaginario, solamente. (Pensarlo desde el esquema Lambda, lo simbólico atraviesa, mediante la línea en diagonal).

* Matriz simbólica.
    No hay Yo sin matriz simbólica. La matriz simbólica es la mirada unificadora, ésta que representa para el niño esa mirada ideal a la cual el yo queda identificado. La matriz simbólica permite que se forme el Yo. A la matriz simbólica también hay que pensarla como deseo materno (que empuja al niño a identificarse con eso que ella desea. El deseo materno de un hijo se transmite mediante la mirada amorosa de la madre.
    La matriz simbólica, puede ser pensada como el deseo de la madre, la castración de la madre da al hijo su lugar de falo imaginario. De no haber matriz, el niño no tendría valor de falo y no podría constituirse.  El Yo del niño no se constituye sino es mirado idealmente; esto le permite estar sostenido por esa mirada unificadora. Permite que el Yo se precipite en la imagen y la tome como propia. Esta matriz simbólica primordial será el tronco, la base sobre la cual se construirán las identificaciones secundarias que permitirán la formación del Ideal del YO, en un segundo momento de lo simbólico.